Proyecto Madrasa
Darle recursos educativos y formación a los menores
¿En qué consiste esta iniciativa?
Este proyecto tiene como población diana los estudiantes saharauis de los campamen- tos de refugiados por su situación de riesgo, y por sus carencias en el ámbito educativo.
Los niños saharauis hacen de embajadores de su territorio, ayudando a la conciencia- ción social sobre un grave problema humanitario. Se trata de evitar el olvido de un pueblo condenado a la desaparición si continúa el actual estado de inactividad ante su situación.
Los estudiantes, no pueden tener acceso a un sistema educativo que les permita una formación adecuada, por lo que se acentúa su futura indefensión.
Por todo esto y sobre todo sabiendo de la necesidad de acercar recursos y servicios edu- cativos a la población saharaui y de velar por sus intereses como pueblo desprotegido, pretendemos trabajar con los menores ofreciendo oportunidades educativas.
El proyecto se regirá por todo lo dispuesto en el Real Decreto 557/2011 por el que se establece el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, tras su reforma por la Ley Orgánica 2/2009, y en concreto en su artículo 188 que regula el desplazamiento temporal de menores extranjeros con fines de escolarización.
Los beneficiarios directos son los estudiantes saharauis de ambos sexos desde 12 años, que viven en los campos de refugiados saharauis, hasta la finalización de los estudios propuestos, en función del rendimiento y adaptación social evaluado tras cada curso académico.
Las condiciones de vida son duras. La mayoría de la población vive en tiendas, sin agua corriente, y depende casi totalmente de la ayuda internacional externa para subsistir, que ha ido decreciendo con los años. El ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos estiman que dos tercios de las mujeres sufren de anemia, y un tercio de los niños sufre de desnutrición crónica. Anteriormente, los refugiados trataban de auto-ayudarse mutuamente, pero la situación ha cambiado: los jóvenes buscan trabajo en las ciudades vecinas, o emigran a otros países como España, y esto preocupa seriamente al gobierno.
Se trata de una población que da especial importancia a la formación de las mujeres. Por ejemplo, aprenden sobre agricultura y producción, las mujeres toman a su cargo la práctica totalidad de la vida social y económica de los campamentos, recuperando así el papel preponderante que ostentaba en la sociedad nómada. Muchas han sido prepara- das para ser auxiliares de enfermeras y ayudar en los dispensarios, y un número impor- tante de estudiantes están siendo preparados en el extranjero.
Los campamentos están habitados en su mayoría por mujeres, niños y ancianos, ya que los hombres se encuentran o movilizados en zonas liberadas o estudiando en el extran- jero.
Este proyecto tiene entre sus fines propiciar la oportunidad de obtener una formación académica a los menores y jóvenes saharauis que son acogidos dentro del PROGRAMA MADRASA por familias españolas, que se han comprometido con el acogimiento fami- liar.
El proyecto nace con la finalidad de completar la Educación Obligatoria y la de continui- dad hacia estudios universitarios y/o módulos profesionales.
Es una iniciativa abierta, en la que puede colaborar cualquier ciudadano o familia siem- pre y cuando se comprometa a la manutención y cuidado del niño a su cargo durante su estancia en España y su escolarización.